Campaña escolar y el turismo, los más afectados por la crisis política

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Tras un mes de estallar el conflicto entre las fuerzas del orden y los miles de peruanos que marchan a nivel nacional, la mochila que cargan los pequeños negocios no deja de hacerse más pesada.

Uno de los conglomerados económicos más importantes del país, Mesa Redonda, reporta caída de 80% en las ventas, ya que los negocios no están abriendo por las constantes manifestaciones y trifulcas que se reportan por sus calles aledañas.

“Ya en diciembre las ventas habían caído un 40%, pero ahora se ha desatado el temor de los clientes de acudir al centro. No tenemos cómo enviar nuestros productos al por mayor al estar cerradas las vías como el Barrio Chino de Ica, que nos conecta con el sur”, comentó para La República, Pedro Gálvez, presidente de la Cámara de Empresarios de Mesa Redonda.

Vale acotar que dicho conglomerado tiene 18.000 negocios licenciados, aunque en los últimos días cerca de la tercera parte de los locales no está atendiendo, hecho que repercute en aquellos “trabajadores que viven del día a día porque solo las medianas y grandes empresas pueden cubrir con sus gastos”, añade Gálvez.

En Gamarra el panorama es similar, al punto que consideran que la campaña escolar siga sin superar niveles prepandemia por cuarto año seguido.

“Casi el 60% de lo que produce Gamarra se va a nivel nacional, y un 30%, a las regiones del sur. El bloqueo de carreteras afecta a los mayoristas de provincias porque no pueden abastecerse de prendas terminadas y listas para comercializarlas este verano y para la campaña escolar”, comentó Susana Saldaña, presidenta de la Asociación Gamarra Perú.

La dirigenta recordó que el año pasado, con el paulatino retorno a la presencialidad, apenas se pudo reactivar el 40% de las ventas de uniformes.

Otro sector en cuidados intensivos es el turismo. La Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur) informó que durante el 2022 el flujo de turistas extranjeros que ingresó al Perú apenas fue de 1 millón 900.000 personas, y mientras la crisis no se prolongue, se podría cerrar el año con 3 millones.

Sin embargo, Miguel Velasco, vicepresidente de dicha agrupación, advierte que durante el primer trimestre las reservas continuarán cancelándose por “el impacto en la imagen del Perú”.

Para atenuar esta caída, recuerda que Promperú tiene las herramientas para “el mejoramiento de nuestra imagen como destino”, pero ello no se ejecutará hasta que no acaben definitivamente las protestas.

Apotur estima que las pérdidas en el sector asciendan a US$300 millones al cierre de enero, al dejarse de percibir en promedio US$1.500 por cada turista extranjero y US$500, por cada nacional.

Asimismo, desde la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional en Perú (Aetai) y Asociación Peruana de Empresas Aéreas (Apea) detallan que en lo que va del 2023 se cancelaron 525 vuelos y se afectó a más de 58.000 pasajeros.

La paralización de los vuelos comerciales no solo pone en jaque la conectividad de las regiones del sur, sino a aquellos usuarios que necesitan movilizarse hacia otras ciudades, algunos hasta por temas de salud.

La desolación del sector se ve con mayor intensidad en Cusco, reconoce Liz Huamán, una guía turística de dicha ciudad andina.

“Todo se ha salido de control desde antes que tomaran Lima. Incluso ya ni se puede viajar a Machu Picchu. La temporada ha bajado desde el golpe de Estado de diciembre. Ya no se ven viajeros por las calles. Apenas algunos visitantes sudamericanos. Algunos hoteles están cerrando, y yo personalmente, ya no bajo a la calle por temor”, cuenta la emprendedora de Viajes Cusco a este diario.

¿Cómo lidia con las cancelaciones? Huamán reconoce que las protestas tienen para largo rato, por lo cual ha optado por reintegrar el 100% del dinero a sus clientes extranjeros, mientras que a los locales se les ha dado la alternativa de reprogramar sus fechas si lo desean.

La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) del Cusco informó que, desde ayer, el ingreso de turistas a la llaqta de Machu Picchu y la Red de Caminos Incas quedará suspendido de manera indefinida, a razón de las protestas que azotan al país. Se precisó que hay 417 personas varadas en el distrito de Machu Picchu, de las que más de 300 son extranjeras.

La Libertad acumula pérdidas diarias de entre US$10 millones y US$15 millones en exportaciones, de acuerdo con titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Luis Helguero.

Para el funcionario los constantes bloqueos de las vías de la Panamericana Norte están pasando factura a la actividad económica de la región norteña, y considera también que “el problema mayor sea el daño a la imagen del país”, ya que en esta temporada los clientes del exterior —como Europa, Estados Unidos y Asia— esperan recibir frutas y verduras producidas aquí.

Los cierres de tramos como en Chao, Virú y la sierra liberteña dificultan el abastecimiento en los mercados de Trujillo y del país, acota Fernando Reyes, coordinador regional de mercados. “Nuestra región en estos días ya lleva más de S/90 millones en pérdidas”, alegó.

La República pudo constatar hace unos días que los productos procedentes desde Cusco y Puno —como el maíz o choclo cusqueño y la carne de cordero— no estaban ingresando con su flujo habitual a Arequipa, fenómeno que eleva sus precios al haber una menor oferta.

Mientras que en los mercados puneños, el panorama es más desalentador por el cierre de carreteras y la sequía, lamenta Roger Flórez Quispe, presidente de Conveagro Puno.

“No están ingresando ni abarrotes ni verduras y hasta balones de gas. Eso genera preocupación. Los mercados están abriendo, pero por algunas horas nomás. Casi el 90% de las familias en las 13 provincias somos agricultores y ganaderos y vemos que la crisis alimentaria es un riesgo más latente”, explicó a este medio.

Por su parte, Gianni Simoni Rosas, presidente Consejo Regional de la Leche de Arequipa, indica que desde hace un par de días se ha frenado el recojo de leche a la altura de Santa Rita de Siguas, por lo cual se ven obligados a botarla porque “la gente ya está hastiada” pese a regalársela.

Simoni calcula que son S/2 millones que pierde la región al frenarse la distribución de la leche y otros derivados; sumado también a un retroceso en la producción diaria: de 1 millón 200.000 a 800.000 litros.

El presidente del Banco Central de Reserva (BCRP), Julio Velarde, identificó que la catástrofe sociopolítica no solamente puede afectar el crecimiento económico, sino también en la inflación.

Recordemos que se espera un crecimiento oficial de hasta 2,9% en 2022 y de 4% para este año, aunque el ente emisor estima que se cierre en ambos periodos con 2,9%.

A su criterio, la inestabilidad política que se gestó en diciembre con el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo no es el principal factor que elevará la presión sobre los precios, y más bien, hay que aprender a sortear la constante tensión política.

“Tenemos que acostumbrarnos a la inestabilidad política (…) Definitivamente este periodo particular (de conflicto) podría afectar el precio de los alimentos, pero creemos que no será el factor principal detrás de la inflación”, expuso en el Foro Económico Mundial de Davos.

Si bien las protestas parecen no tener fecha de caducidad, Velarde sostuvo que la inflación —que cerró el 2022 en 8,46%, su nivel más alto desde 1996— comenzaría a retroceder paulatinamente desde marzo, al punto que se ubique en 3% hacia fines del presente año.

De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), las protestas sociales generaron pérdidas de S/1 millón 560.000 en total, particularmente afectando al transporte (S/50 millones por la caída en venta de pasajes y S/20 millones en encomiendas).

Asimismo, Cusco deja de percibir S/3 millones diarios en actividades turísticas, mientras que Puno pierde en total casi 9.000 turistas al día y S/714.000 por la falta de demanda en hospedajes, restaurantes y afines, recordaron desde la encuesta SAE de Apoyo Consultoría.

El Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank estima que para diciembre 2022, el PBI habría registrado un crecimiento de alrededor de 1%, su nivel más bajo desde febrero del 2021, como consecuencia de protestas sociales desatadas básicamente en el sur del país tras la vacancia del presidente Pedro Castillo.

En tanto, desde el Área de Estudios Económicos del BCP avizoran que si las protestas siguen, el PBI ya no crecería al 2,3% esperado este año.

Previsiones del Ministerio de la Producción (Produce) dan cuenta de que, al 18 de este mes, 243.777 empresas fueron afectadas (242.924 MYPE y 853 mediana y gran empresa).

En 15 días, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) proyecta que en las regiones del sur se habrían perdido 28 mil empleos.

El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) advierte que los programas con mayor afectación en la prestación de sus servicios son Pensión 65, Juntos, Contigo y el Programa de Complementación Alimentaria.

En el caso de los programas que brindan asistencia económica, se ha tenido que suspender 58 puntos de pago ETV (carritos pagadores de empresas transportadoras de valores) en las regiones de Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, La Libertad y Puno.

Liz Huamán, empresaria turística de Cusco

“Todo se ha salido de control. Incluso ya ni se puede viajar a Machu Picchu. La temporada ha bajado. Ya no se ven viajeros por las calles. Algunos hoteles están cerrando y yo no bajo a la calle por temor”.

Gianni Simoni, productor lechero de Arequipa

“No solo no se recoge la leche, sino que tenemos gastos en electricidad, ordeñadores y conservar a nuestras vacas. Aproximadamente, somos 80.000 familias ganaderas afectadas”.

Enfoque: por José Távara, docente PUCP

El daño de estas semanas de ajetreo se mide por dos variables. Primero, está la valoración política. La presidenta de la República, Dina Boluarte, ha asegurado que “todo está bajo control”, pero otras personas, entre las que me incluyo, lamentablemente no tenemos certeza de cuándo va a disminuir la tensión social, mientras que los actores políticos siguen echándole más leña al fuego.

Por el lado económico, la respuesta es corta: incertidumbre, aunque debemos reconocer que hay inversionistas de todo tipo; considerando además que el panorama internacional también es complejo. Hay brechas por cerrarse, pero aún no podemos compaginar la transición de las reglas heredadas con las nuevas del gobierno actual. Debemos procesar esa reflexión para tener un clima más tranquilo y un diálogo donde florezca el respeto mutuo.

Naturalmente, la fortaleza macroeconómica del Perú, una de nuestras virtudes, se echaría a perder de prolongarse la crispación social y política.

No me animaría a dar un impacto real en el Producto Bruto Interno (PBI) para este año a raíz de los bloqueos vistos a lo largo y ancho del país y de las manifestaciones tras las declaraciones de los ministros, pero considero que es difícil pensar que la economía peruana pueda crecer aún a tasas altas.

Recordemos que todavía no se tiene el cálculo de la actividad de los últimos meses y, por lo tanto, no podría determinar con precisión el resultado del 2022, aunque la intensidad de diciembre generaría algunas correcciones.

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