
¿Por qué no es recomendable tener demasiados íconos en el escritorio de tu computadora?
El escritorio de Windows el sistema operativo de Microsoft, es para muchos el lugar preferido por los usuarios para desarrollar sus tareas virtuales y guardar sus archivos principalmente sobre los que más utiliza. Sin embargo, existen quienes exageran y terminan llenándolo todo de íconos desordenados. ¿Qué tan recomendable es esta práctica? Aquí te explicamos por qué no debes hacerlo.
De acuerdo al portal detalla Adslzone, los principales íconos que los usuarios suelen colocar en el escritorio de Windows son los accesos directos a programas más usados (Microsoft Word, Google Chrome, entre otros); sin embargo, también abundan carpetas, documentos de texto, fotografías, videos, canciones, entre otros.
Por lo general, los archivos directos no pesan mucho (alrededor de 1KB de tamaño), por lo que algunos piensan que no hay problemas si tienes gran cantidad de estos. Si tú eres de esas personas, debes saber que estás completamente equivocado, ya que esa práctica solo generará que tu computadora se ralentice demasiado, sino que también podría tener otras consecuencias.
Tener el escritorio de Windows repleto de íconos no solo brinda un mal aspecto a tu PC o laptop, si no que puede provocar que te demores demasiado en encontrar un archivo en específico. También llegará el momento en que la computadora se vuelva lenta, no importa que tan potente sea.
De acuerdo a la publicación, hicieron una prueba con una computadora de alta potencia (Intel Core i7-4770K con 16 GB de RAM, una tarjeta GTX 970 y el sistema operativo Windows 10). Para su sorpresa, al llegar a la cantidad de 400 íconos (divididos en dos pantallas), descubrieron que comenzaron las fallas graves.
Por ejemplo, si intentabas borrar un archivo del escritorio, este no desaparecía. De igual manera, era todo un suplicio usar el mouse para seleccionar dos o más íconos que estaban en la pantalla. También trataron de recurrir a refrescar, mediante la tecla F5, y notaron que tardaba demasiado en hacerlo.
Por lo general, al pulsar este comando, la pantalla se actualiza en cuestión de milisegundos; sin embargo, con tantos íconos en el escritorio, este tiempo se prolongó hasta los cinco segundos, incluso algunos íconos tardaron en aparecer luego de ese periodo de tiempo.
Por ese motivo, es recomendable que tu escritorio de Windows solo tenga los archivos que realmente utilices, ya que incluso pueden provocar demoras en el inicio de la computadora; es decir, que, al momento de prenderla, esta tardará más de lo normal.
Quizá nunca hayas usado una tarjeta de audio o de sonido por lo que puede que no tengas mucha idea a qué nos referimos. Lo más probable es que te imagines una pequeña placa que se conecta a la motherboard de tu computadora tal cual lo hace una tarjeta de video o una unidad SSD NVMe.
Pues es exactamente así como lucían. Para fines de los años 80, la mayoría de las PC nunca llegaban con una solución de audio muy avanzada. Casi todas tenían, como máximo, los recordados ‘PC speakers’, que no eran más que simples bocinas incluidas en la placa madre que podían emitir simples sonidos monofónicos y bastante básicos.
Los PC speakers: tecnología nostálgica que no se extraña
Los ‘PC speakers’ (que se estandarizaron entre las computadoras IBM compatibles) eran la única vía por la que un videojuego —por dar un ejemplo muy común— podían ofrecer desde efectos de sonido hasta música ambiental. Sonaban más o menos así:
Por supuesto, estamos hablando de fines de los 80 e inicios de los 90. La música en los videojuegos ya era algo serio y muchas de las consolas de sobremesa que se comercializaban por entonces tenían auténticas obras de arte como soundtracks. La mayoría usaba síntesis (con chips sintetizadores), pero también usaban samples (sonido pregrabados) como la Super Nintendo.
AdLib: la primera tarjeta de sonido para gamers
Los desarrolladores de juegos para PC no se limitaban a componer melodías únicamente para los PC speakers, ya que, por entonces, comenzaron a emerger en el mercado las llamadas tarjetas de sonido. Una de las primeras en ganar popularidad fue la tarjeta AdLib Music Synthetizer Card (lanzada en 1987), este periférico utilizaba el chip sintetizador Yamaha YM3812 FM y se comercializaba como la pieza que le faltaba a los gamers de PC para que su experiencia sea real (es decir, similar a la de los arcades o consolas).
Tras esto, el mercado de tarjetas de sonido explotó y no solo eran los gamers los únicos interesados. La posibilidad de crear música de alguna manera llamó mucho la atención de los entusiastas que deseaban escuchar piezas artísticas en sus computadoras. Por supuesto, a fines de los 80, las capacidades multimedia de las PC aún eran escasas (el CD era relativamente nuevo) y comprar una interfaz de sonido resultaba demasiado caro.
Los trackers: el clímax de los entusiastas
Gracias a las tarjetas de sonido se popularizaron también los conocidos trackers que no eran más que pequeños programas para crear música a través de códigos para programar estas nuevas tarjetas de sonido. En los círculos de entusiastas, comenzaron a aparecer pistas musicales muy famosas para ‘testear’ estas tarjetas.