¿Por qué la ausencia de la urea afecta al precio de los alimentos?

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En las últimas semanas, algunos alimentos, como la papa y el arroz han presentado un incremento en sus costos en varios mercados de Lima Metropolitana. Uno de los factores para esta subida sería la crisis de fertilizantes y la ausencia de urea, situación que se ha visto agravada por los tres intentos fallidos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) para llevar a cabo la compra del fertilizante.

Si bien el Midagri, que actualmente está bajo el mando de la ministra Jenny Ocampo, recientemente ha anunciado a la empresa Prime Charters International LTD como la nueva proveedora de urea, aún es incierto su alcance en las próximas cosechas. En la siguiente nota, te contamos por qué la ausencia de la urea estaría afectando el costo de los alimentos y cuáles son las cosechas más perjudicadas.

La urea es uno de los fertilizantes químicos más usados e importantes en el mundo debido a que provee la mayor cantidad de nitrógeno a las plantas y permite tener mejores cosechas. En esa línea, Laureano del Castillo, director ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), indicó a este medio que la ausencia de este producto perjudica la siembra y, posteriormente, disminuye la oferta.

“Si por la carestía los agricultores aplican menos urea, sus rendimientos serán menores; pueden reemplazarla por otros fertilizantes, pero igualmente tendrán menores rendimientos”, señaló del Castillo a La República. “Por el alto precio, algunos agricultores están sembrando menos tierras. En todos los casos, la producción será menor y, por lo tanto, la oferta de alimentos será menor. A menos oferta los precios suben, que es lo que estamos viendo y podría agravarse en los meses siguientes”, agregó.

Por su parte, Mónica Muñoz Nájar, coordinadora de Proyectos y Políticas Públicas de Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), informó que actualmente los altos costos se ven principalmente en aquellos alimentos que debían ser fertilizados meses antes con la urea, pero por la escasez y el alto precio del fertilizante vieron afectada su cosecha.

“Los alimentos que vemos que están caros en el mercado son principalmente aquellos que usan mucha urea, sobre todo la papa y el arroz. Esto se debe a que no había fertilizante cuando estos cultivos estaban en cosecha y era el momento de ponerles la urea. Eso ha sido alrededor de mayo-junio, dependiendo del cultivo”, indicó la especialista.

“Al final, los comerciantes de urea han encontrado formas de traerla al Perú y, por eso, la oferta se regularizó en mayo, junio, julio; los precios seguían altos, pero ya no había esa escasez. Entonces, los precios elevados que actualmente estamos viendo son de los lotes que sufrieron escasez y costos altos de este fertilizante”, reiteró Muñoz.

Asimismo, ambos especialistas indicaron que la subida en los combustibles también influye en el aumento de los costos.

El arroz, la papa —principalmente la amarilla y la blanca— y el maíz son los cultivos más dependientes de la urea, según el artículo “Urea-dependientes: perfil actual de la fertilización química en la agricultura peruana, encuesta” (Revista Agraria N.° 198) del economista Miguel Pintado. Además, el 92% del arroz y el 74% de la papa destinada a la comercialización dependen de fertilizantes químicos.

Por ello, Laureano del Castillo, director ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), señaló que el aumento en el precio de la papa se debe a que “los costos habrían subido, siendo la urea uno de los principales componentes del costo, a lo que habría que agregar el precio de las semillas y, sin duda, el valor del transporte desde los centros de producción a los mercados debido a la subida de los combustibles”, indicó a La República.

Además, otros cultivos como el del café, el plátano y las cebollas se ven también afectados en menor medida.

Los especialistas indicaron que la nueva adquisición de urea podría ayudar a las pequeñas campañas del 2023, pero que probablemente no llegue a cubrir a la campaña grande.

“El exministro Andrés Alencastre, cuando se calculaba que la urea estaría tardando y se estimaba que llegaría en octubre, respondía que la fertilización de los cultivos no se daba en todos los casos al inicio de la campaña”, detalló el director del CEPES.

“Usando el gráfico que mostró el viernes pasado la ministra de Desarrollo Agrario y Riego a la Comisión Agraria del Congreso, si se concreta en estos días la compra, la urea llegaría en los siguientes 45 días, lo que nos da la quincena de diciembre, lo que sería muy tarde para un grueso de agricultores, especialmente para la papa”, agregó.

Por su parte, la coordinadora de REDES declaró que probablemente la urea no pueda servir totalmente para esta campaña, pero podría alcanzar a los últimos meses de fertilización.

“Tal vez ayude para una última fertilización de enero a febrero porque muchos cultivos empiezan su cosecha en estos meses e incluso extienden la campaña grande hasta marzo. Entonces, probablemente ayude a algunos cultivos dependiendo de la zona. En la costa la ventaja es que tienes doble campaña porque hay sistemas de riego: ellos una vez que cosechan vuelven a sembrar. Eso en la sierra a veces no sucede”, explicó Muñoz.

“La urea sí podría servir para las campañas chicas, pero del 2023, ya no para esta campaña grande. Podría marginalmente ayudar en algo a contener la subida de precios, pero recién estaríamos hablando de mediados del próximo año”, concluyó.

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